EMBARCACIÓN/ARGENTINA: Las fuerzas del orden público obsecuentes a los interese de los terratenientes
CONFLICTO
TERRITORIAL ENTRE LA COMUNIDAD GUARANÍ Y EL TERRATENIENTE FRANCES – INFORME ESPECIAL 1
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Efectivos policiales al momento de trasladar a los guaraníes a la camioneta policial, en el desalojo de Embarcación. |
Miércoles, 08 de febrero de 2017
Por: COMUNICACIÓN CCNAGUA
La justicia represora, las fuerzas del orden público que es obsecuente
a los interese de los dos más grandes terratenientes extranjeros que se
instalaron en el municipio de Embarcación, como son los señores Jorge Ortega
Velarde y Huberto Bourlon, más conocido como el “frances”, que se apropiaron de los territorios de las
comunidades originarias guaraní, wichí, toba, weheenayek que históricamente
habitaron las márgenes del río Bermejo.
Desde el sábado 04 de este mes, los miembros de la comunidad
guaraní Happo P+au (Raíces Nuevas), con personería jurídica 41/15, decidieron
instalarse con una carpa sobre la ruta nacional 34, con el fin de pedir la
liberación de Cesar Arias, quién es vocal de la comisión directiva de la
comunidad, lleva 9 días detenidos en la cárcel de Ballivian. “A él lo engañaron
al momento de detenerlo, lo fueron a buscar los policías en el lugar del
trabajo, le dijeron que tenía que presentarse a declarar en la fiscalía de
Tartagal, pero resulta que era para detenerlo, de ahí quedó preso y lo
trasladaron a Ballivían” relata su esposa Norma. Días anteriores, Arias había
discutido con el terrateniente, el francés destrozó la pequeña chacra familiar
de media hectárea que tiene al interior del territorio comunitario, “las
plantas de maíz que ya estaban grandes los macheteo y destrozó las plantitas de
zapallo”, al igual que de las otras familias de la comunidad. Tras la
discusión, Bourlón fue a poner la denuncia en la Comisaría 43 de Embarcación, “es
por ello que aprehendieron a César Arias en su trabajo”, comentan sus
familiares. Lo cierto es que la comisaria 43 se encuentra al servicio de los
terratenientes Ortega y Bourlón, porque una denuncia de estos personajes es la
ley que hay cumplir para el Comisario Tapia, responsable de este destacamento. “Nosotros
venimos poniendo varias denuncia de amenazas con armas de fuego, maltratos
físico y psicológico, destrozos de nuestros cultivos, persecución, agravios,
humillaciones y ni siquiera nos lleva el apunte, es más, a veces no nos quieren
ni recibir la denuncia” comenta resignado el Mburuvicha (autoridad) de la
comunidad, Luis Situé. “Es notorio que la policía está al servicios de los
terratenientes en Embarcación, cada vez que las familias protestan, los efectivos de la
policía siempre se encuentran custodiando o a Ortega, o al francés; es más,
ellos custodiaron a los peones de los terratenientes para poner los dos
portones que están en nuestro territorio”, comentan los vecinos.
Evidentemente, tanto el francés como Ortega, tienen
potenciados la astucia de aquellos colonizadores que avanzaron en la ocupación
territorial de las comunidades originarias del continente. En estos tiempos ya
no se mata directamente a los habitantes originarios, pero los actuales
extranjeros controlan la administración pública, como son los municipios y
demás gobernaciones, como así también a la “justicia”. De la misma manera
controlan los medios de comunicaciones privados que, por dinero, sacan
versiones e historias inventadas de los terratenientes, con el fin de poner a
la sociedad local en contra de las comunidades que luchan por sus derechos legitimo.
Esto es lo que pasó en el actual conflicto. El terrateniente francés se
adelantó a publicar en el diario digital “Perfíl, en el canal TN y otros
medios, su historia, en el que pretende hacer creer que él es la víctima de esta historia.
En el día de ayer, martes 07, al no tener ninguna respuesta
por parte de la justicia sobre la liberación de Arias, las familias de la
comunidad, esposa e hijas del detenido, quisieron tomar la media calzada de la
Ruta Nacional 34, era alrededor de las 11:30. El número de manifestantes no superaban
los 20, pero las fuerzas policiales triplicaron el número, eran entre 40 a 50
efectivos fuertemente armados. De ambos lados de la ruta se congregaron y
rodearon a los manifestantes. Y sin mediar se acercaron para agarrar, primero a
los más débiles, a las mujeres y a los menores, luego a cualquiera que se
encontraban cerca. Un joven de nacionalidad colombiana, que se encontraba
vendiendo muebles en un carro y pasaba por el lugar fue víctima de este
atropello, lo cargaron como a delincuente. Los gritos de impotencias de las
madres de los menores que estaban siendo arrastrados, golpeados y llevados hasta
la camioneta policial era la escena más dolorosa que se vivió durante el
desalojo. El corresponsal del CCNAGUA no escapó a esta arremetida, también fue
aprehendido solo por el hecho de estar registrando de cerca la brutalidad de la
policía provincial, le rompieron parte del mini trípode que poseía para
registrar, le arrebataron la gorra y le borraron los archivos de la memoria de
la cámara donde estaba registrado todo el acontecer. Fueron seis los detenidos,
que permanecieron incomunicado más de cuatro horas, pero gracias a la presión
externa de los sectores que acompañan la demanda de la comunidad, fueron
liberados. Los hechos trascendieron a nivel nacional.
Evidentemente la presión
de los terratenientes sobre la justicia local era de esperar, no liberaron a
los detenidos sin imputarle ningún cargo, tuvieron que inventar delitos para
continuar amedrentando a los manifestantes, hoy se presentaron en la fiscalía
de Tartagal, en la audiencia que prepararon para presentarse ante la Fiscal
Lorena Martínez, en el que se desayunaron con la noticia de que fueron citados
porque están denunciados por la policía por haberse resistido en el desalojo,
sin embargo, los hechos demuestran que nunca hubo resistencia por parte de los
detenidos. Evidentemente hubo forcejeos, producto del accionar violento de los
efectivos, en el que algunos quisieron impedir que se lleven a los menores y al ver la violencia ejercida por la policía, pero no pudieron, ya que los
uniformados superaban en números a los manifestantes. En este momento, la
comunidad continúa apostada en la carpa, y seguirán ahí hasta que se libere a
Cesar Arias.
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