Por: Reportes Tata Ogue Mbae
Este 28 de enero (miércoles) del corriente año (2015), la
delegación de guaraníes provenientes de Argentina acudió al lugar histórico donde se llevó a cabo, en 1892, el enfrentamiento y la masacre de
seis mil kereimbas en manos del
ejército boliviano, en un intento de arrebatarlos el territorio. En el lugar, denominado
la Trinchera, ubicado en la comunidad Ivo, cientos de guaraníes contemporáneos de la zona, entre mburuvicha
reta, alumnos, autoridades educativas y de la Asamblea del Pueblo Guaraní (APG)
se alistaban para escuchar la gesta histórica; por un lado, el proceso de la
resistencia y el enfrentamiento, y por otro, el proceso organizativo que
emergió nuevamente a partir de 1985.
Como el fuego que se alimenta de los leños que se les
incorpora a la fogata, para dar más calor y luminosidad a su alrededor, la
Trinchera es el lugar donde acuden año tras año, desde 1992, miles y miles de
guaraníes provenientes de todo lados, inclusive de Argentina, Paraguay y Brasil
para continuar reconstruyendo la territorialidad y reafirmación de la identidad
y cultura Guaraní.
Ya en el lugar, y siendo alrededor de las 09:30, inicia el
sencillo pero significativo acto en honor a los caídos en el enfrentamiento. Y
quedará en la memoria de los presentes las palabras del Director del Teko
Guaraní, Guido Chumira, que se refirió a la historia y los momentos que
vivió y vive el Pueblo Guaraní en estas palabras que a continuación recreamos y
compartimos con todos los tentara que no tuvieron la oportunidad de llegarse a
este lugar:
“Quiero contarles cómo llegamos a este lugar en 1992. Recuerdo
que en 1985 para la sociedad el Pueblo Guaraní no existía, habían comunidades
de nombre solamente, los tentara vivían en extrema pobreza, no teníamos la
estructura con la que ahora contamos.
Comenzamos con un grupo de hermanos y mburuvicha a caminar y trabajar llevando el mensaje a los tentara,
para ver si nos podíamos levantar de nuevo; comenzamos a visitar a las
comunidades, estábamos con mucho ánimo. Por esos tiempos muchos hermanos, por
temor a un nuevo enfrentamiento con los karai,
se veían desanimados y abatidos, nos decían que ya no se puede, nos van a matar
de nuevo, ya no tenemos que hablar el guaraní, eso es cosas del pasado.
Este recorrido nos permitió profundizar la historia de la
masacre en el que intentaron terminar con nosotros, con nuestra cultura,
ocurrido en 1892, el cual empezó a las 8:00 de la mañana. A estas horas (10:00)
ya había hermanos muertos, producto del enfrentamiento y un intento desesperado
de resistir en el territorio. Este enfrentamiento, desigual, porque del lado de
los kereimba guaraní la única arma
eran las fechas y algunos elementos rústicos, mientras que por el lado de los karai (ejército boliviano) había armas
de fuego de todo tipo, sin embargo duraron más de lo que ellos pensaban, así lo
relatan algunas crónicas, porque los guaranís estaban dispuestos a morir.
Y por qué los tentara kereimba
estaban dispuestos a morir, simplemente porque había demasiado abuso, porque
nos querían quitar el territorio. De todo este territorio, que va desde Guapay
hasta el Río Bermejo, nos querían hacer desaparecer, como hicieron en otros
lados, con otros pueblos y culturas. En nuestro intento de reflexión, aquella
vez, nosotros decíamos: ante tantas muertes de hermanos qué hacemos aquí, sin
recuperar la tierra, y decidimos con los mburuvicha
construir una organización para nuestro desarrollo, que sirva para que el
pueblo avance, tuvimos la conciencia de darles la oportunidad a nuestros hijos
de seguir siendo guaraní. Muchos nos alentaron y dijeron no van a morir en
vano, los kereimba en Kuruyuki no han muerto en vano. Por eso tentara reta aquí presentes les decimos
que nuestra organización es ese deseo de seguir viviendo, siendo guaraní en
nuestro propio territorio. En nombre de la tristeza nos tenemos que levantar y
construir nuevamente nuestro Gran Pueblo-Nación Guaraní”.
Comentarios
Publicar un comentario